Los datos georreferenciados son esenciales en la actualidad, ya que permiten la integración de la información espacial con datos tabulares, facilitando un análisis más preciso y contextualizado de fenómenos diversos. Estos datos, que incluyen coordenadas geográficas, permiten a los investigadores, gobiernos y empresas realizar análisis detallados sobre distribución poblacional, uso del suelo, infraestructura y recursos naturales. Gracias a la georreferenciación, es posible realizar mapas interactivos, evaluar cambios en el medio ambiente, planificar el desarrollo urbano y gestionar desastres naturales de manera más eficiente. La capacidad de visualizar y analizar información en su contexto espacial proporciona una ventaja significativa para la toma de decisiones informadas y estratégicas.
En México, una de las principales fuentes de datos georreferenciados es el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El INEGI proporciona una vasta colección de datos espaciales que abarcan desde información censal hasta mapas topográficos y temáticos. Estos datos son fundamentales para una amplia gama de aplicaciones, incluyendo la planificación urbana, la gestión de recursos naturales, el análisis de movilidad y transporte, y la implementación de políticas públicas. Al utilizar los datos georreferenciados del INEGI, los analistas pueden asegurar la precisión y la relevancia de sus estudios, apoyando el desarrollo sostenible y mejorando la calidad de vida de la población mexicana.